Después de 15 años de experiencia como fotógrafo de bodas en Valencia, puedo asegurarte que cada boda me sigue emocionando como la primera. Soy Carlos, el alma detrás de Fotografía en Valencia Candez, y vivo para capturar esos instantes irrepetibles, que construyen la historia de vuestro día especial.
Vengo del mundo de la moda, donde trabajé cinco años antes de enamorarme de la fotografía de bodas. Esa experiencia me dio una sensibilidad especial por los detalles: la caída de un velo, la textura de un ramo, el brillo de una alianza.
La bendita luz de Valencia, ese tesoro que tenemos los mediterráneos, la trabajo como si fuera arcilla en mis manos. Ese dorado cálido del atardecer valenciano es mi momento favorito para las sesiones de pareja. Hay algo mágico cuando el sol acaricia la piel a esa hora.
Mientras tomamos algo relajadamente, vamos desgranando qué momentos son cruciales para vosotros, qué estilo os atrae más y cómo imagináis el resultado final. Romper el hielo es fundamental. Necesito que os sintáis cómodos para abriros y contarme vuestra historia sin filtros.
Una vez confirmamos colaboración, me convierto en detective. Visito vuestras localizaciones, analizo la luz según la hora de vuestra ceremonia, e incluso me coordino con el oficiante o maestro de ceremonias para conocer los momentos clave. He aprendido que la diferencia entre una foto buena y una excepcional está en la anticipación. Por eso dedico tanto tiempo a esta fase que muchos consideran «invisible».
El día de la boda llego con energía renovada, discreto, pero atento a cada detalle. Mis parejas suelen decirme: ¡Carlos, ni nos dimos cuenta de que estabas ahí, en muchos momentos!. Y eso, para mí, es un cumplido enorme. Mi objetivo es que viváis vuestro día plenamente, sin interrupciones constantes para posar. Solo intervenir cuando es necesario, con indicaciones sencillas que parecen más sugerencias entre amigos que directrices.
Cuando os entrego el trabajo final, me gusta estar presente para ver vuestras reacciones. Es el momento en que mi trabajo cobra verdadero sentido. Ver cómo revivís momentos que quizás ni recordabais haber vivido por los nervios del día. La edición es meticulosa, cuidada, y respeta la naturalidad del momento. Nada de filtros extraños que pasen de moda en dos temporadas. Busco atemporalidad, que dentro de 30 años esas fotos sigan transmitiendo la misma emoción.
Hace tres años incorporé el servicio de vídeo tras escuchar a muchas parejas, frustrarse por tener dos estilos diferentes en sus recuerdos. Mi equipo y yo trabajamos con una coherencia estética que hace que vuestros recuerdos, tanto en foto como en vídeo, dialoguen entre sí. Lo que me diferencia de otros estudios es mi enfoque. No soy el típico fotógrafo que interrumpe constantemente para colocaros en poses artificiales. Prefiero ser invisible la mayor parte del tiempo, moviendo los hilos desde las sombras, para luego intervenir solo cuando es necesario.
Aún recuerdo a Marta y su pánico escénico mientras la maquillaban, o la cara de Roberto cuando vio que sus amigos le habían preparado una sorpresa durante el convite. Son momentos que ocurren una vez y desaparecen en segundos. Mi trabajo es inmortalizarlos. Cada boda es un universo único. Desde que te ayudan a abrocharte ese vestido o ajustarte la pajarita, hasta que te descalzas para dar los últimos bailes de madrugada, estoy ahí, capturando cada capítulo de vuestra historia.
Valencia nos regala escenarios de ensueño. El contraste entre la arquitectura futurista de Calatrava y las callejuelas medievales del Barrio del Carmen, nos permite jugar con narrativas visuales fascinantes. Después de tantos años, sigo descubriendo rincones mágicos. También tengo mi estudio en Avenida Constitución, un espacio donde controlamos cada detalle de la luz para conseguir esas fotos más íntimas y cuidadas que complementan el reportaje exterior.
Si deseas fotos espectaculares en exteriores de Valencia, algunos de los mejores escenarios que te recomendamos son:
La Ciudad de las Artes y las Ciencias: Un fondo moderno y elegante para fotografías impresionantes.
Jardines del Turia: Ideal para fotos naturales y románticas entre jardines y puentes.
El casco antiguo de Valencia: Calles empedradas y edificios históricos para un toque clásico y atemporal.
Las playas de Valencia: Para parejas que desean imágenes con el mar y la arena como telón de fondo.
Mi equipo y yo vamos siempre preparados para cualquier eventualidad (he fotografiado bodas bajo tormentas inesperadas y conseguido imágenes espectaculares). Dos cámaras profesionales, múltiples objetivos y iluminación portátil y de estudio. El año pasado incluso añadí un pequeño guardarropa de emergencia después de que un novio derramara vino tinto en su camisa, justo antes de la ceremonia. A veces, ser fotógrafo también es ser un poco salvador.
Conozco Valencia como la palma de mi mano. Valencia me ha dado tanto… Su luz dorada del atardecer acariciando la Ciudad de las Artes, ese brillo especial que se refleja en la Albufera, o la calidez que envuelve el casco antiguo cuando cae el sol. Conozco cada rincón especial que hará que vuestras fotografías de bodas, sean únicas, y es que un mismo paisaje como los jardines del Turia no tienen anda que ver en julio o septiembre, en verano pueden es casi mejor evitarlos y en septiembre son pura magia.
El mes pasado estuve tomando un café con Alicia y Manuel. Mientras me contaban su historia, supe instantáneamente que la parte antigua del puerto sería perfecta para su sesión pre-boda. Al ser local, puedo reunirme con vosotros las veces que haga falta, visitar previamente las localizaciones y planificar cada detalle al milímetro.
Me gusta tomarme un café con mis parejas antes de empezar cualquier colaboración. Necesito escuchar vuestra historia, entender qué os hace únicos. Solo así puedo capturar la esencia de vuestro amor. No se trata de posar, sino de ser. Y mi cámara, solo registra lo auténtico.
Además, después de tantos años, he coincidido con los mejores profesionales del sector nupcial valenciano. Si necesitáis recomendaciones sinceras sobre floristas, wedding planners o catering, puedo orientaros desde la experiencia
Te seré sincero, siempre me ha incomodado hablar de tarifas cuando lo que realmente estamos valorando son los recuerdos de toda una vida. Entiendo perfectamente ese vértigo inicial ante el presupuesto, yo mismo me casé hace seis años y pasé por ello.
Lo que puedo garantizarte es que dentro de 20 años, cuando abras ese álbum junto a tu pareja, la inversión habrá merecido cada céntimo. Mis paquetes de fotografía para bodas, están diseñados para adaptarse a diferentes necesidades, pero nunca a costa de la calidad.
Te animo a que eches un vistazo a mi Instagram @fotografocandezvalencia, antes de tomar una decisión. Las imágenes hablan por sí solas, y merecéis tener claro en quién depositáis la confianza para este día.
Esto no va solo de tener una cámara cara (que la tengo, no te preocupes). Va de anticiparme a ese momento en que tu padre te ve vestida de novia por primera vez. O de estar en el ángulo perfecto cuando tu pareja, no puede contener la emoción durante los votos.
Las bodas son como los trenes: tienen fechas fijas y no esperan. Por experiencia, las mejores fechas de primavera y otoño se reservan con 10-12 meses de antelación. Podemos quedar sin compromiso, vernos las caras, y sentir si conectamos (esto es fundamental, ¡pasaré más horas contigo el día de tu boda que algunos de tus invitados!).
Cada año selecciono cuidadosamente un número limitado de bodas para poder dar lo mejor de mí en cada una. No soy de los que encadenan tres bodas en un fin de semana. Prefiero calidad a cantidad, dedicación plena a cada historia.
En mí no encontrarás solo un proveedor más para tu boda, sino un cómplice que entiende lo que estáis viviendo y lo importante que es para vosotros. Al fin y al cabo, cuando el último invitado se haya ido y el vestido esté guardado, mis fotos serán lo que os permita revivir ese día una y otra vez.